En muchas ocasiones realizamos juegos con nuestros hijos que parecen inofensivos, pero que en realidad entrañan riesgos para su salud. Uno de estos juegos es el de levantar al niño por las manos o brazos y hacerlo girar alrededor de nuestro eje, algo que nuestros padres nos hacían cuando éramos pequeños y que ahora repetimos con nuestros hijos.
Aunque a los niños les encanta, debemos evitarlo irremediablemente ya que puede causar una lesión denominada «codo de niñera» también conocida como tirón en el codo, codo dislocado en niños, pronación dolorosa o luxación parcial del codo, y que puede acarrear graves consecuencias a largo plazo.
Los niños son frágiles y a veces como padres no somos conscientes de su condición, este es el motivo por el que juegos de estas características pueden provocar lesiones fortuitas e inintencionadas, pero con consecuencias que pueden reportar cierta gravedad.
El codo de niñera es una lesión que puede sufrir un niño cuando se le levanta por las manos o brazos de forma brusca. Esta lesión se produce cuando uno de los huesos que forman la articulación del codo, el radio, se desplaza de su posición habitual y queda luxado o dislocado.
Esta lesión es más común en niños menores de 5 años debido a que sus huesos y articulaciones aún están en proceso de desarrollo y, por lo tanto, son más frágiles. Además, la articulación del codo en los niños es más laxa, lo que provoca que el riesgo de luxación aumente.
El codo de niñera puede ocurrir durante actividades cotidianas, como levantar al niño por las manos o brazos, girarlo en el aire o balancearlo como si fuera un columpio. También puede ocurrir en situaciones cotidianas en las que un adulto agarra con fuerza el brazo del niño o lo levanta de una mano para impedir que se caiga o alejarlo de un peligro.
Los síntomas del codo de niñera incluyen dolor en el codo, llanto del niño, inmovilidad del brazo afectado y dificultad para moverlo. El tratamiento consiste en volver a colocar el hueso en su posición habitual (maniobra de reducción), lo cual debe ser realizado por un traumatólogo especialista, y colocar el brazo en un cabestrillo durante algunos días para evitar el movimiento.
Para evitar esta lesión es importante agarrar al niño siempre por la cintura o las axilas, y evitar balancearlo como si fuera un columpio mientras lo sujetamos por sus brazos o manos. También es importante evitar coger al niño de la mano y girarlo dando vueltas, por muy divertido que pueda parecer, al final es la causa más frecuente de esta patología.
Además del codo de niñera, existen otros juegos que nunca debemos practicar con nuestros hijos en los que podamos llevar al límite sus articulaciones. Por lo tanto, debemos ser conscientes de los riesgos y evitar cualquier actividad que pueda poner en peligro la salud de nuestros hijos. Al fin y al cabo, su seguridad y bienestar son nuestra prioridad como padres.
En caso de que se produzca cualquier lesión de este tipo, es fundamental acudir a su traumatólogo de referencia para recibir el tratamiento adecuado y evitar complicaciones a largo plazo.