Se trata de una patología relativamente frecuente en cirugía de la mano y que produce incapacidad por el hecho de que el dedo se queda “engatillado”. Consiste en el atrapamiento de los tendones flexores a nivel del canal por el que transcurren en el dedo, formado por un sistema de las llamadas poleas.
Concretamente los tendones quedan atrapados bajo la polea A1 a nivel de la base del dedo, sobre la articulación metacarpofalangica. Se puede palpar un engrosamiento a ese nivel que es doloroso y el signo más característico es la dificultad o imposibilidad de extender el dedo activamente. Solo haciendo un sobre esfuerzo el dedo se extenderá haciendo un característico resalte audible con un chasquido y produciendo dolor de intensidad variable según los pacientes.
La causa más frecuente es de tipo primario, es decir, no está producida por ninguna patología y suele darse con mayor probabilidad en mujeres sanas con una frecuencia de 2 a 6 veces mayor que en los hombres.
El dedo que más frecuentemente se afecta es el pulgar, seguido del dedo anular, dedo medio, meñique e índice (orden de frecuencia).
En cuanto al tratamiento existen 2 formas de tratarlo, de forma conservadora con fisioterapia o inyección de corticoides y de forma quirúrgica.
Cuando el dedo en resorte se asocia a otras patologías (tipo secundario) lo hace a la diabetes mellitus, la artritis reumatoide, gota, enfermedad renal y otras enfermedades reumáticas. En estos casos los resultados de tratamiento, aunque siguen siendo buenos, suelen ser inferiores a los obtenidos en el tipo primario.
En mi experiencia personal, los pacientes que son tratados de forma conservadora suelen recidivar en un periodo de tiempo indeterminado, algunos incluso al mes de ser tratados. Cuando se produce el atrapamiento del tendón bajo su polea, la fisioterapia consigue reducir la inflamación y el tamaño del tendón durante unas semanas, pero tras el cese del tratamiento, vuelve a aparecer.
La inyección de corticoides la desaconsejo firmemente ya que, uno de los efectos secundarios más temibles del corticoide es la rotura tendinosa. Debido a que el espacio entre el tendón y su vaina es muy pequeño, no es difícil entender que muy frecuentemente el corticoide se inyecta en el tendón o muy cerca produciendo con cierta frecuencia la rotura de uno o de los dos tendones flexores. Por lo tanto, desaconsejo este tratamiento.
El tratamiento quirúrgico es una técnica sencilla de realizar, con anestesia local y con ingreso ambulatorio. Consiste en realizar una incisión (longitudinal o transversal) entre 1-2 cm en la cara palmar de la mano para llegar hasta la polea A1 y seccionarla. Una vez abierta, el tendón vuelve a discurrir libremente por el canal digital desapareciendo el engatillamiento y el dolor.
La recuperación suele ser prácticamente inmediata y a los 10-15 días los pacientes suelen haber recuperado la capacidad de desarrollar la mayoría de sus labores previas a la lesión.
Se trata, por tanto, de una cirugía con pocas complicaciones y con unos resultados predecibles y es la técnica que aconsejo para el tratamiento de dicha patología.
El Dedo en Resorte es una patología relativamente frecuente en cirugía de la mano. Produce incapacidad por el hecho de que el dedo se queda “engatillado”. Consiste en el atrapamiento de los tendones flexores a nivel del canal digital formado por un sistema de las llamadas poleas.
Concretamente los tendones quedan atrapados bajo la polea A1 a nivel de la base del dedo, sobre la articulación metacarpofalangica. Se puede palpar un engrosamiento a ese nivel que es doloroso y el signo más característico es la dificultad o imposibilidad de extender el dedo. El dedo queda bloqueado o engatillado.
Realizando un esfuerzo, el dedo se extenderá haciendo un característico chasquido audible, produciendo dolor de intensidad variable.
TENOSINOVITIS ESTENOSANTE
TENOSINOVITIS ESTENOSANTE
La causa más frecuente es de tipo primario, es decir, no está producida por ninguna patología. Suele darse con mayor probabilidad en mujeres con una frecuencia de 2 a 6 veces mayor que en los hombres.
El dedo que más frecuentemente se afecta es el pulgar, seguido del dedo anular, dedo medio, meñique e índice (orden de frecuencia).
En cuanto al tratamiento existen 2 formas de tratarlo: (en el párrafo inferior explico mi opinión)
Cuando el dedo en resorte se asocia a otras patologías (tipo secundario), suele deberse a la diabetes mellitus, la artritis reumatoide, gota, enfermedad renal u otras enfermedades reumáticas.
En estos casos secundarios, los resultados de tratamiento, aunque siguen siendo muy buenos, suelen ser algo inferiores a los obtenidos en el tipo primario.
TENOSINOVITIS ESTENOSANTE
TENOSINOVITIS ESTENOSANTE
En mi experiencia personal, los pacientes que son tratados de forma conservadora suelen recidivar en un periodo de tiempo indeterminado, algunos incluso al mes.
Cuando se produce el atrapamiento del tendón bajo su polea, la fisioterapia consigue reducir la inflamación y el tamaño del tendón durante unas semanas, pero tras el cese del tratamiento, vuelve a aparecer.
La inyección de corticoides la desaconsejo firmemente ya que, uno de los efectos secundarios más temibles del corticoide es la rotura tendinosa.
Debido a que el espacio entre el tendón y su vaina es muy pequeño, muy frecuentemente el corticoide se inyecta en el tendón o muy cerca produciendo con cierta frecuencia la rotura de uno o de los dos tendones flexores. Por lo tanto, desaconsejo firmemente este tratamiento.
El tratamiento quirúrgico es una técnica sencilla de realizar, con anestesia local y con ingreso ambulatorio. Consiste en realizar una incisión (longitudinal o transversal) entre 1-2 cm en la cara palmar de la mano para llegar hasta la polea A1 y seccionarla. Una vez abierta, el tendón vuelve a discurrir libremente por el canal digital desapareciendo el dolor y el bloqueo del dedo. Actualmente estamos realizando las incisiones transversales aprovechando los pliegues de flexión de la mano, con lo que la cicatriz suele quedar inperceptible.
La recuperación suele ser prácticamente inmediata y a los 10-15 días los pacientes suelen haber recuperado la capacidad de desarrollar la mayoría de sus labores previas a la lesión.
Se trata, por tanto, de una cirugía con pocas complicaciones y con unos resultados muy buenos y predecibles. Por tanto, es la técnica que aconsejo para el tratamiento de esta patología por su sencillez y por sus buenos resultados definitivos.
Si padece alguna de estas patologías y quiere más información al respecto, puede solicitar una cita conmigo en el 644005001 o aquí