Se conoce como fractura de muñeca a la que ocurre sobre los hueso radio y cúbito. En términos de la cirugía de la mano se conoce como fractura de la extremidad distal del radio.
Las fracturas ocurren por traumatismos de baja energía o traumatismos de baja energía. Los de baja energía son por ejemplo, las caídas habituales y los de alta energía son las que se producen por accidentes de tráfico, accidentes deportivos o caídas de gran altura.
Las fracturas, afecten al radio, al cúbito o a ambos huesos se clasifican en estables e inestables. Esto quiere decir que una fractura será estable cuando el trazo de rotura que presente se quede en su sitio tras la fractura y podamos contenerlo con una inmovilización. Si ese trazo de fractura no es capaz de estar en «su sitio», se denomina fractura inestable y generalmente son de indicación quirúrgica.
Algunas fracturas son más graves que otras. Las fracturas que rompen la superficie lisa de la articulación o las fracturas que se rompen en muchos pedazos (fracturas conminutas) hacen que los fragmentos sean inestables. Estos tipos severos de fracturas requieren cirugía para restaurar y mantener su alineación.
Una fractura de muñeca ocurre por una lesión, como una caída sobre una mano extendida. Los traumatismos graves, como los accidentes automovilísticos, los accidentes de motocicleta o las caídas desde altura, provocan lesiones más graves.
Un tipo especial de estas fracturas lo representan las fracturas osteoporóticas. En la osteoporosis (pérdida mineral ósea) los hueso se debilitan y son más propensos a romperse ante un traumatismo banal. De hecho, la fractura de muñeca es la tercera en frecuencia en la osteoporosis, por detrás de la fractura de cadera y la fractura vertebral.
Cuando se rompe la muñeca, hay dolor e hinchazón. Puede ser difícil mover o usar la mano y la muñeca. Algunas personas aún pueden mover o usar la mano o la muñeca incluso si tienen un hueso roto. La hinchazón o un hueso fuera de lugar pueden hacer que la muñeca parezca deformada. A menudo hay dolor alrededor de la ruptura y con el movimiento de los dedos. A veces, los dedos hormiguean o se sienten adormecidos en las puntas.
Su cirujano de mano realizará un examen físico y obtendrá radiografías para ver si hay un hueso roto. En ocasiones, se pueden necesitar pruebas como una tomografía computarizada o una resonancia magnética para obtener mejores detalles de los fragmentos de la fractura y otras lesiones. Los ligamentos (los tejidos blandos que mantienen unidos los huesos), los tendones, los músculos y los nervios también pueden lesionarse cuando se rompe la muñeca. Estas lesiones también pueden necesitar tratamiento.
El tratamiento depende de muchos factores, entre ellos:
Se puede usar una férula acolchada al principio para alinear los huesos y sostener la muñeca para aliviar el dolor inicial. Si la fractura es estable, se puede tratar mediante una escayola o una férula preconformada semirrígida. Si la fractura es inestable, se indicará cirugía.
En caso de necesitar cirugía, existen muchos dispositivos para repara la fractura: agujas, placas, tornillos o fijadores externos. Lo más usado con diferencia son las placas de ángulo variable. Éstas poseen una tecnología que nos permite fijar la fractura en diferentes planos incluso en huesos osteoporóticos y fracturas conminutas. La fijación que confieren permiten al paciente comenzar a mover la muñeca al día siguiente de la intervención y consiguen recuperar la autonomía de la mano a los pocos días de la cirugía.
Durante la recuperación, es muy importante mantener los dedos en movimiento para evitar que se pongan rígidos. Su cirujano de mano le pedirá que comience a mover la muñeca en el momento adecuado para su fractura. La terapia de manos a menudo es útil para recuperar el movimiento, la fuerza y la función.
El tiempo de recuperación varía si se ha optado por un tratamiento con escayola o férula o un tratamiento quirúrgico.
En el caso de la escayola, ésta debe mantenerse entre 4 o 6 semanas, dependiendo de la evolución radiológica y seguir un programa de rehabilitación de otras 4-6 semanas tras la retirada de la inmovilización.
En el caso de la cirugía, la recuperación es más rápida, ya que aunque hay que someterse a una intervención con anestesia local, se puede comenzar a mover la mano a las 24-48 horas de la intervención recuperando la autonomía a los pocos días de la cirugía. A partir de los 15 días de la operación, prescribimos un periodo de unas 3-4 semanas de fisioterapia para conseguir la recuperación completa.
Si padece dolor o ha sufrido una fractura o lesión en su muñeca, no espere más a que empeopre su situación. Pida una cita con el Dr. Pedro Sánchez Angulo para que valore su problema y proceda a su solución.