La artrosis de manos produce dolor e incapacidad y suele afectar a la Interfalángica distal IFD y a la base del pulgar, Rizartrosis.
Es una patología muy frecuente que afecta sobre todo a mujeres a partir de los 40 años. Suele ocurrir en las articulaciones distales de los dedos (interfalángicas distales) siendo ésta su localización más frecuente.
Las articulaciones son la parte del aparato locomotor que permiten el movimiento entre dos o más huesos. Están envueltas en una cápsula articular reforzada por ligamentos y los extremos óseos tienen el cartílago articular, elemento clave en el funcionamiento articular. Es clave por permitir el movimiento y la absorción y distribución de cargas dentro de la articulación.
Cuando el cartílago se degenera se producen una serie de cambios articulares que en su conjunto conforman la artrosis.
La artrosis es muy frecuente, afecta en torno al 10% de la población general y suele tener suceptibilidad genética, eso esto, que individuos con antecedentes familiares de artrosis, tienen más probabilidad de desarrollarla. He de decir que hablamos aquí de artrosis primaria, es decir, sin ningún antecedente relacionado, diferenciando la artrosis secundaria que puede producirse como consecuencia de fracturas, artritis, esguinces, etc.
Afecta a muchas localizaciones: rodilla, cadera, tobillo, columna vertebral, hombro, codo y manos.
Dentro de mi especialidad la artrosis de manos es muy invalidante, tanto por la deformidad funcional y estética que produce como el intenso dolor que produce.
Vamos a ver las localizaciones más frecuentes:
Como tratamiento siempre iniciamos con medidas conservadoras. Analgésicos, Antiinflamatorios, Fisioterpia y Ortesis.
Si estos métodos no dan resultado, pasamos al tratamiento quirúrgico. Este será diferente para cada una de las diferentes formas de la artrosis. Además, estará adaptado a la expectativas de cada paciente.
Hemos visto como la artrosis de manos produce dolor e incapacidad y suele afectar a la Interfalángica distal IFD y a la base del pulgar, Rizartrosis, como localizaciones más frecuentes. Ambas tienen un buen manejo clínico y tienen tratamientos con buenos resultados que mejoran el dolor y la calidad de vida de los pacientes.